Lesiones del corredor: la periostitis tibial
Actualmente, la carrera continua está en auge, mucha gente se ha aficionado a correr y
con el aumento de practicantes hemos visto aumentado también el número de lesiones
ocasionadas por este deporte. Lesiones como sobrecargas musculares, micro-roturas
musculares, tendinitis, esguinces, periostitis, etc. son las más frecuentes en esta práctica
deportiva. Veamos más a fondo la patología de la periostitis tibial.
¿Qué es la periostitis?
Es la inflamación del periostio del hueso. El periostio es la membrana externa que
recubre los huesos, vasos sanguíneos, nervios. El periostio de la tibia tiene la inserción de los músculos gastrocnemios, sóleo, tibial posterior, tibial anterior y flexores de los dedos. Con cada contracción de estos músculos se ejerce una fuerza proporcional en su inserción en el periostio. La acumulación de estos impactos provoca su inflamación perjudicando el riego sanguíneo y la conducción nerviosa.
¿Qué causas la pueden provocar?
- Un calzado inadecuado.
- Los entrenamientos en superficies duras.
- Traumatismos repetitivos, como por ejemplo cada impacto de la pierna con el suelo.
- Alteraciones biomecánicas (pies planos, pisada pronada, etc.)
- Escasa, nula o incorrecta preparación muscular (calentamiento).
- Mal gesto técnico al realizar la carrera.
- Volumen o intensidad inadecuada: sobre-entrenamiento o falta de reposo.
¿Qué síntomas tiene?
La periostitis se caracteriza por un dolor en la región antero-inferior de la tibia, pudiendo llegar incluso hasta la rodilla.
El dolor se inicia durante la carrera en forma de quemazón o pinchazos y desaparece gradualmente al cesar la actividad física, pero reaparece si se retoma. En casos muy agudos el dolor se manifiesta hasta con el roce sobre la zona.
Una característica muy especial, es que si se toca la tibia a lo largo se notaran una
especie de bolitas o nódulos.
¿Cómo se puede tratar?
En primer lugar, el deportista deberá interrumpir su actividad completamente y durante
las siguientes 48 horas aplicarse hielo en la zona afectada durante 15 minutos cada 4-5
horas.
A continuación, el fisioterapeuta deberá dirigir el tratamiento. En las primeras fases aplicará técnicas como el Cyriax, puntos gatillo, estiramientos, masoterapia y si es preciso tratamiento complementario con aparatos de electroterapia/termoterapia.
En esta fase el paciente podría seguir practicando ejercicios aeróbicos que no conlleven
impacto como el ciclismo o la natación, pero sin forzar los movimientos de tobillo. Cuando el dolor haya desparecido totalmente, el fisioterapeuta deberá iniciar la fase de recuperación de la fuerza-potencia-resistencia y flexibilidad de los músculos y tendones
afectados en la extremidad inferior.
Para la reanudación de la práctica deportiva habitual es importante conocer la causa que
nos ha hecho sufrir la lesión y poner solución:
- Si ha sido de tipo biomecánico, hay que asegurarse de tener un buen material
ortopédico para regular los cambios estructurales de nuestro cuerpo (plantillas, ortesis,
etc.).
- Si la causa es un mal gesto técnico, lo recomendable es estar bien asesorado mediante
un entrenador sobre cómo realizar los movimientos correctamente. Así, además de
evitar la periostitis, podemos disminuir el riesgo de sufrir otras lesiones.
- Si el motivo viene de un calzado deficitario, habrá que sustituirlo por uno adecuado.
- Si ha sido provocado por forzar en exceso, habrá que cambiar el método, mejor poco y
duradero que mucho y escaso a la larga.
También sería importante la realización de un vendaje preventivo (si es necesario) o la
adquisición de unas medias de compresión.
¿Se puede prevenir?
- Evitar terrenos duros.
- Hacer un estudio biomecánico de la pisada.
- Estiramientos de gastrocnemios y soleo.
- Fortalecimiento de tibial anterior.
- Una progresión sensata del volumen e intensidad del entrenamiento.
- Los malos hábitos como por ejemplo correr en el mismo circuito siempre con los
mismos giros y en el mismo sentido.
- Aplicación de frío ante cualquier molestia.
- Estiramiento gemelos
- Estiramiento soleo
¿Se puede trabajar con el Cool Roller?
Sí, y de hecho es una buena herramienta tanto para tratar como para prevenir. Lo puede
utilizar tanto el fisioterapeuta como nosotros mismos, simplemente siguiendo algunas
pautas.
Después de hacer deporte es importante recuperar bien la musculatura, hacer
estiramientos es fundamental, pero ahora con Cool Roller podrás relajar a musculatura
de forma eficiente de manera muy sencilla. Con Cool Roller tendrás el complemento de
tu fisioterapeuta en casa, podrás prevenir lesiones y tener la musculatura siempre a
punto.
Cool Roller está presente en diversos eventos deportivos, carreras de bicicletas, medias
maratones, croses, etc. Después de un intenso esfuerzo, en Mans de sant utilizamos
Cool Roller para descargar las zonas que han padecido más sobreesfuerzo para de esta
forma ayudar a una más pronta recuperación del deportista.
Ejemplos de aplicación de Cool Roller:
- Cool Roller en frío: lo aplicaremos con un suave masaje al finalizar la actividad
física como prevención y en caso de molestias si padecemos de periostitis tibial. La
aplicación de frío en la zona ayudará a calmar el dolor y a bajar la inflamación.
- Cool Roller en caliente: lo aplicaremos con masaje en toda pierna, deslizándolo para
calentar los tejidos para relajar la musculatura y prepararla para la actividad física.
- Utilización del Cool Roller en fisioterapia mediante las técnicas de deslizamiento,
cyriax, punto gatillo, separación de tabiques intermusculares, etc.
- Punteros intercambiables del Cool Roller: con el puntero redondo podemos trabajar
con presión y deslizamiento la musculatura más superficial; si queremos profundizar
más trabajaremos con el puntero de pico de pato. Si lo que queremos es trabajar un
punto gatillo utilizaremos el de punta.
Auto-masaje del tendón del tibial anterior: con el puntero de pato haremos una presióndeslizamiento para liberar tensiones tendinosas.
Auto-masaje del vientre muscular del tibial anterior: se puede utilizar tanto el puntero
como la esfera, deslizando el Cool Roller desde la parte inferior de la rótula hasta el
tercio inferior de la pierna. También podemos hacer presión directa en los puntos de
más tensión.
Auto-masaje por deslizamiento: con las dos esferas en contacto con la pierna
deslizaremos el Cool Roller para relajar toda la musculatura posterior de la pierna. Si se
aplica en caliente ayudaremos a relajar los músculos y si se aplica en frío
conseguiremos un aumento de la circulación sanguínea y una recuperación después de
la actividad física impidiendo que se acumule ácido láctico.
